domingo, 29 de marzo de 2015

SANTA GEMMA GALGANI

Fiesta: 11 de abril



Gemma Galgani nació el 12 de marzo de 1878 en Camigliano, Italia. En su niñez quedó huérfana de madre y padre, así que luego de morir su padre vivió con su tía. Desde pequeña siempre fue una niña muy buena y muy piadosa.
A los 20 años sufrió una terrible enfermedad que la dejó en cama por mucho tiempo sin poder caminar. Gemma le pidió con mucha fe a Jesús que la sanara, y allí fue que comenzaron sus visiones. Se le aparecía su ángel de la guarda para conosolarla, la Virgen María, y algunos santos, como el joven santo pasionista san Gabriel de la Dolorosa.
Un día, al terminar de rezar una novena al Sagrado Corazón y al comulgar, el mismo Jesús le preguntó si quería sanarse, ella respondió que sí, e inmediatamente quedó curada de su enfermedad.
Por su gran devoción a san Gabriel de la Dolorosa, el gran deseo de su corazón era ser pasionista. Quiso ser religiosa, pero fue rechazada en todas las congregaciones por su débil salud.
El 8 de junio 1899, vísperas de la fiesta del Sagrado Corazón, recibió en una visión las estigmas de la Pasión de Cristo.
En ese tiempo los pasionistas realizaban una misión en la ciudad de Lucca, donde Gemma estaba viviendo, allí los conoció al fin, y comenzó con ellos una gran relación de amistad.
Muchos fenómenos relacionados con la Pasión se dieron en la vida de santa Gemma, y en varias oportunidades tuvo que luchar fuertemente contra el demonio que la tentaba y confundía constantemente.
El 11 de abril de 1903, a los 25 años, falleció enferma la casa de la familia Giannini, una familia que la había adoptado en la ciudad de Lucca.

lunes, 23 de marzo de 2015

SAN GABRIEL ARCÁNGEL




San Gabriel Arcángel
Lc 1, 10-20
Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso.
Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. Él será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto». Pero Zacarías dijo al Ángel: «¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada». El Ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo».

Lc 1, 26-38
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.


sábado, 14 de marzo de 2015

LA SALVE



Oración de La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Tí clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

sábado, 7 de marzo de 2015

NUESTRA SEÑORA DE LA RECONCILIACIÓN






La imagen de Nuestra Señora de la Reconciliación (o Inmaculada Dolorosa) presenta, una síntesis viva y elocuente de los misterios centrales de la fe de la Iglesia. Destaca la unidad de los misterios de la Anunciación - Encarnación y de la Reconciliación en el misterio del Calvario. 

La espada en el corazón es una señal de dolor en medio de la expresión serena de la Inmaculada. La alegría del triunfo de la reconciliación llega con el dolor de la pasión y muerte del Hijo, preámbulo de la Pascua de Resurrección. A esto se le añade la alegría de un corazón fulgurante en llamas de amor. Las llamas vivas que denotan la presencia transformante del Espíritu Santo. El corazón aparece también rodeado de una corona de rosas blancas. Corona que alude a la corona de espinas del Reconciliador, que trae a la mente los momentos de dolor al pie de la Cruz, los momentos de triunfo, de la victoria. 

El cinturón de la Virgen muestra el estado de Buena Esperanza de Santa María. Ella es portadora de nuestra salvación. El misterio de la Anunciación-Encarnación es aludido por ese delicado signo. María evangelizadora, portadora del Evangelio vivo en su vientre inmaculado. Así, la presencia de Jesús en el corazón inmaculado y doloroso de María, es magnificada por la presencia del Señor en su vientre virginal. Es la imagen de María que porta al Señor Jesús en su seno.

Así se expresa sintéticamente la unidad de los grandes misterios del Salvador, Verbo Eterno hecho Hijo de Mujer para la reconciliación de los seres humanos.

domingo, 1 de marzo de 2015

SANTAS PERPETUA Y FELICITAS

Fiesta: 7 marzo



Santas Perpetua y Felicitas (o Felicidad)
Perpetua había nacido en Cartago, era una mujer de familia noble y pagana. Se había convertido al cristianismo en las épocas de la persecución, y era madre de un niño de apenas unos meses de edad. Felicitas era una joven esclava de la familia de Perpetua.
En el año 203, bajo el emperador Septimio Severo, ambas  fueron detenidas en Cartago junto con otros adolescentes catecúmenos.
Estas santas mártires son muy conocidas porque Perpetua escribió en prisión el diario de su arresto, de las visitas que recibía, de las visiones y de los sueños, y siguió escribiendo hasta la víspera del suplicio.
Felicitas estaba entonces embarazada, por lo cual, según las leyes no podía ser martirizada hasta que diese a luz, ella rezaba para que el parto llegara pronto, para poder unirse a sus compañeros de martirio. Y así sucedió, la niña nació dos días antes de la fecha establecida para el inhumano espectáculo en el circo, y fue dada en adopción a unos cristianos.
En los días en que estaban apresados, y esperaban el martirio, el papá de Perpetua, que era pagano, le suplicaba, se humillaba, y le recordaba sus deberes para con su pequeño hijo que dejaría huérfano de madre en la casa. Bastaba una palabra de abjuración y ella regresaría a casa. Pero Perpetua, llorando, repetía: “No puedo, soy cristiana”.
Finalmente, el 7 de marzo, las dos mujeres fueron echadas, en el circo de Cartago, a una vaca brava que las corneó bárbaramente, luego fueron decapitadas.